miércoles, 11 de noviembre de 2009

El colador…

Cuando decidís estudiar Derecho (ya sea por vocación de jurista, por sobredosis de Ally McBeal, porque te apasiona el arte dialéctico y la aplicación de la lógica, o por correcta sed de dinero) lo primero que aprendés es cuales son “LOS COLADORES”.

Desde el cursillo de admisión a la Universidad, escuchaba rumores sobre Castellano, y cómo esta materia era “el Colador” absoluto, y todo el mundo se obsesionaba, y estudiaba con profesores particulares, porque si pasabas Castellano ya ingresabas, y si ingresabas, era casi como que termines la carrera (¿?).

Confieso que no estudié Castellano para el ingreso, ni con profesora, ni sola, y acuchillo que en examen hice el 100%. Pero en fin, una vez adentro de la facultad, pensé que se simplificaba la cuestión.

Después viene Romano I y II, en primero y segundo año… Coladores! “De romano sale todo”, me decían, “Pasás romano, y ya está”. Pasé Romano, aunque esta vez si me destrocé estudiando, porque se me complicaban las instituciones de vez en cuando.

En tercero es Finanzas, una vez que pasás finanzas, ya estás seguro de recibirte según los rumores de pasillo. Pasé finanzas, con el dolor de todas mis neuronas, pero se logró.

En cuarto, Obligaciones… 45 apoteóticas bolillas. La materia más larga en toda la carrera, y según algunos, una de las más importantes. “Con Obligaciones, ya… te empiezo a llamar Doctora” me dijo un amigo un poco mayor.

Quinto, Procesal Civil II y sus dos gigantescos tomos de más de mil páginas.

Y finalmente… sexto. Y Tributario. Tributario que rendí el lunes. Tributario. 5. Tributario. A tres materias del título. Ultimo colador. Tributario: Arce, Elizeche, Blanco. Tributario.

No supero todavía mi estado de shock. Pasé EL COLADOR. El último. Estoy a tres materias del título.

Scary! ♥